lunes, 17 de agosto de 2015

[ME ABRO DE REPENTE...], Fermín Herrero


Me abro de repente para que alguien
que apenas soy me ocupe. Ninguna muerte mía
aún y sin embargo están doblando
las campanas aquellos días sin resuello
porque ya quema el tiempo, aniquila. La flor
nunca se pudre en el recuerdo, ni el olor
de los libros recién abiertos. Noches
sin luna en los acantilados. Y luego
de repente me gusta la prudencia y apenas
soy y la lentitud y haber sobrevivido.

FERMÍN HERRERO, La gratitud, Visor, Madrid, 2014, p. 26.
&
Abigail McCallum