viernes, 31 de enero de 2014

[SI EN LA RAMA DE LA ESPERANZA...], Omar Jayyam



Si en la rama de la esperanza hallara algún fruto,
sería un compañero, para un hombre como yo.
¡Hasta cuando estaré en la angosta cárcel de la existencia!
Ojalá hacia la no existencia encuentre una puerta.

OMAR JAYYAM, Rubayat, Alianza Editorial, Madrid, 2013 (2006), p. 191.
&
R.K.Shuquem

jueves, 30 de enero de 2014

FE DE ERRATAS, José María Parreño

 

FE DE ERRATAS

donde dice dólar
debe decir dolor

donde dice tener
debe decir temor

donde dice patria
debe decir tripa

donde dice querida
debe decir herida

donde dice locura
debe decir lo cura

donde dice a Venecia
debe decir ave necia
donde dice creer
debe decir crear

donde dice timón
debe decir motín

donde dice nada
debe decir nido

donde dice josé
debe decir no sé

José Mª Parreño
&
Jean-Michel Basquiat

miércoles, 29 de enero de 2014

LA PRISIÓN DEL ODIO


LA PRISIÓN DEL ODIO

   Dos hombres habían compartido injusta prisión durante largo tiempo en donde recibieron todo tipo de maltratos y humillaciones. Una vez libres, volvieron a verse años después. Uno de ellos preguntó al otro:
   —¿Alguna vez te acuerdas de los carceleros?
   —No, gracias a Dios ya lo olvidé todo —contestó—. ¿Y tú?
   —Yo continúo odiándolos con todas mis fuerzas—respondió el otro.
   Su amigo lo miró unos instantes, luego dijo:
   —Lo siento por ti. Si eso es así, significa que aún te tienen preso.

RAMIRO CALLE & SEBASTIÁN VÁZQUEZ, Los 120 mejores cuentos de las tradiciones espirituales de Oriente, Edaf, Madrid, 1999, p. 40.
&
Louis Stettner 

martes, 28 de enero de 2014

EL FEO, Eduardo Berti

 

EL FEO


   Me presenté a un Concurso de Fealdad para perder y demostrarle a una muchacha que por entonces amaba que era más bello de lo que ella pensaba; pero gané y allí empezó el verdadero calvario: todas las mujeres me cubrieron con un manto de piedad o de burla. Si hasta el concurso yo no había sido ni bello ni feo, la victoria ahora estampaba un título en mi rostro, igual que un sello o un cartel de advertencia. «Chau, feo», me gritaban por la calle. El apodo pasó a reservárseme porque no había, ni debía de haber, hombre más feo en nuestro pueblo.
   Un amigo, viéndome sufrir, intentó consolarme: el concurso fue una trampa, me decía; muchos galanes se habían presentado para divertirse pero él sabía de por lo menos treinta tipos que no se habían inscripto y que eran mucho —muchísimo— más horribles que yo.
    Para acabar con la desgracia, visto que iban a tratarme de «feo» por el resto de mis días, resolví que debía enamorar a una mujer hermosa que todos desearan. No comprendía por entonces que para cualquier mujer algo coqueta es una especie de deshonra que la vean en compañía del hombre menos agraciado. Y, como es lógico, ante cada nuevo rechazo se afeaba un poco más mi pobre aspecto.
   Por fin mi amigo tuvo una idea fabulosa para que yo dejara de sufrir así. Consistía en llamar a un nuevo concurso en el que compitieran —esta vez sí— los verdaderos feos. «Nadie se va a presentar», sostenía yo. Cuán equivocado estaba. No había transcurrido una semana que se habían anotado ya seis postulantes, algunos incluso de otras regiones, todos decididos a batirme, noticia que me puso jubiloso al menos por un puñado de horas.
   Aquella fue una jornada de fiesta. Los trece concursantes desfilamos en la plaza, bajo el sol del mediodía, en torno a las ciegas estatuas. Los espectadores nos decían de todo, y mientras se acercaba el veredicto mis nervios aumentaban tanto como si quisiera vencer. Mi amigo había reclutado por suerte unos feos que eran feísimos. En sus manos perdí el título, de manera aplastante, pero todos quienes ocuparon los primeros puestos provenían de otras ciudades y la gente rechazaba la decisión del jurado. No necesitamos feos de otros lugares, exclamaban, tenemos a los mejores. Las mujeres que me habían despreciado vitoreaban muy sonrientes mi apellido. Los maridos de las mujeres más bellas hacían fuerza para que yo no perdiera mi corona y me volviese un adversario. Nadie parecía admitir la existencia de hombres todavía más feos, y el tesón con que la multitud pedía que me conservasen campeón era digno de un primer premio en un Concurso de Crueldad.

EDUARDO BERTI, La vida imposible, Emecé, Buenos Aires, 2002, pp. 61-62.
&
Henri Matisse

lunes, 27 de enero de 2014

[LAS ESQUINAS NOS MANTIENEN...], Rodrigo Cortés


Las esquinas nos mantienen alejados de los rincones.

RODRIGO CORTÉS, A las 3 son las 2, Delirio, Salamanca, 2013, p. 105.
&
Marc Cohen

domingo, 26 de enero de 2014

BAZAR, FC


desnuda tu vientre
deja que mude en él mi mano
y alcance un nuevo juguete fresco
que sea yo quien te cubra
con esta aún goteante barca de regalos
y en cada nuevo día de tu vientre
figuras de miel y barro
salpicoteen de azul, tus ya entreabiertos
ojos de muñeca dormida

BAZAR






FC, Piel, Arnao, Madrid, 1985, p. 43.
&
Kansuke Yamamoto

viernes, 24 de enero de 2014

[EL SILENCIO ES UN ANIMAL INTOCABLE...], Juan Carlos Mestre



El silencio es un animal intocable que madura su instante tras los ojos hundidos

JUAN CARLOS MESTRE, La bicicleta del panadero, Calambur, Madrid, 2012, p. 108.
&
Barbara Ess

BOVARY, Eduardo Berti


BOVARY

   La semana pasada se editó en París una novela llamada Bovary, casi como el clásico libro de Gustave Flaubert. Los autores, dos sexagenarios hermanos de Lyon, antiguos profesores de literatura, decidieron escribir una gruesa obra que tuviera, como toda materia prima, las mismas exactas palabras de Madame Bovary. Para este fin, con la ayuda de una computadora confeccionaron una lista alfabética de palabras, desde la primera (“nous”) hasta la última (“honneur”), y al lado, en otra columna más delgada, indicaron la cantidad de veces que cada una se repetía. Establecida la lista, los hermanos se pusieron a inventar un argumento lo más diferente del de Flaubert, pero en el cual fuera factible emplear, entre otras cosas, lugares como Rouen, Caen o Picardie, además de los nombres propios presentes en la novela originaria. No obstante en este caso dispusieron un libre intercambio de las piezas, como quien desarma un precioso engranaje para ensamblarlo otra vez con autarquía, y de este modo en su obra los personajes se llaman, por ejemplo, Emma Lhereux o Charles Homais. La concreción de Bovary les demandó catorce pertinaces años. Pero aún más sorprendente es su proyecto venidero: una novela que no tenga más sustantivos que los ausentes de Madame Bovary. Como primera medida, han tomado un diccionario, separado los sustantivos y tachado los ya empleados por Flaubert. Los hermanos P. han declarado a la prensa que este próximo libro será mucho más breve que el reciente.

EDUARDO BERTI, La vida imposible, Emecé, Buenos Aires, 2002, pp. 106-107.

jueves, 23 de enero de 2014

[UN POEMA VERDADERO...], Ángel Crespo



Un poema verdadero nunca es oscuridad, sino la otra cara de la luz.
El poema se ilumina cuando lo leemos con los ojos cerrados.
Cuando el poema es el que nos lee, lo llamamos oscuro.

ÁNGEL CRESPO, La luz invisible, El Toro de Barro, Carboneras, 1981.
&
Pawel Jonca

miércoles, 22 de enero de 2014

[MANTENÍA RELACIONES INCESTUOSAS...], Chumy Chúmez



Mantenía relaciones incestuosas con un burro.

CHUMY CHÚMEZ, Dios nos coja confesados, Grupo Unido, Madrid, 1996, P. 30.
&
Abattoir

martes, 21 de enero de 2014

[AHORA, EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO...], Rodrigo Cortés



Ahora, en algún lugar del mundo, un niño sujeta una mosca entre el índice y el pulgar y decide qué hacer.

RODRIGO CORTÉS, A las 3 son las 2, Delirio, Salamanca, 2013, p. 19.
&

lunes, 20 de enero de 2014

CALVICIE, Fogwill


CALVICIE

   Debí haber titulado «Genética» este frag­mento de un sueño sobre la calvicie. Quedaba calvo. Una mañana sentí que un aire helado rozaba mi cabeza desnuda y me dio risa pensar que finalmente había quedado calvo. Dor­mido, percibí mi sonrisa fresca, que en el sue­ño se representaba por la imagen de mi cuerpo de cabeza calva arqueándose en una carcajada muda: era una sonrisa. Riendo, me despla­zaba para mirarme en el espejo del cuarto de baño. Allí vi la cara de mi padre, sin pelo. Mi padre tampoco fue calvo. La sensación de reír se tomó en un agradecimiento (¡al sueño!) por haber reencontrado a mi padre. En ese baño había un sector revestido con maderas, una suer­te de sauna, donde me sentaba a meditar sobre mi padre. Seguía frente a mí su imagen de vein­te años antes de su muerte. Pienso que esta ale­gría de verlo es lo que hace tolerable la certidum­bre de haber perdido el pelo. Luego, despierto, seguí rememorando la imagen de mi padre en el espejo y con ella presente pensé en la genéti­ca humana. Se me hacía evidente que la calvicie mutila un carácter sexual secundario del hom­bre, y que el programa de la especie ha previsto que las características que hacen atractivo sexualmente al varón se pierdan en el momento en que la degradación de sus cromosomas lo hacen inep­to para generar hijos con un buen patrimonio genético, como el que en mi familia se atribuía a mi padre. En el resumen cifrado del sueño es­taba subrayada la expresión «buenas piernas». Por entonces estaba convencido de que la pasión que me impulsa a buscar mujeres de piernas largas y ágiles es resultado de un mandato de la especie que orienta a fecundar a las más aptas para el cuidado y la crianza de los niños en las etapas de nomadismo, como las que, a veces pienso, están en vísperas de reaparecer.

FOGWILLLa gran ventana de los sueños, Alfaguara, Madrid, 2013, pp. 117-118.
&

domingo, 19 de enero de 2014

ME FALTA UNA PÁGINA ESTA NOCHE, Ángel Petisme


ME FALTA UNA PÁGINA ESTA NOCHE

Podremos dejar de vernos
durante años luz, millones de años luz,
pero en mi corazón hay una cala de aguas turquesas
con un cartel que pone: Reservado a tu nombre.

Podrá separarnos la sospecha,
el orgullo, incluso la vanidad;
es así por lo que los amantes
una tarde se dejan de buscar.

No necesito verte para sentirte.
Contemplo una piscina iluminada
y me lanzo a tus ojos.
Oigo todos los vientos del mundo allá afuera
y son un buen play-back para tus palabras:
Te quiero de lejos, te quiero de lejos.

Miles Davis me habla de ti,
Donaid Fagen me cuenta de ti.
Hojeo la prensa de atrás hacia adelante,
parece que hay una vacuna ya inventada,
pero manda la pasta de los laboratorios...
Tú y yo estamos enfermos de otra cosa.

No necesito el teléfono para oír tu voz.
Creí haber leído todos los libros
pero me falta la página esta noche.

ÁNGEL PETISME

sábado, 18 de enero de 2014

DE PASEO, José Mateos


DE PASEO

   Pobres versos, pobres cuadros, pobres notas, si no consiguen formular esas preguntas, supuestamente ingenuas, que nos descubren de golpe una realidad. Como las de la niña pesadita de esta mañana a su padre: "¿Por qué las nubes son tan blancas, papá? ¿Y desde cuando son blancas las nubes, papá?". Y el padre, sensible y cariñoso, alzó la vista y no respondió. Pero parecía decirse: "¿Y cómo he podido olvidar que antes había nubes y que eran blancas?"



JOSÉ MATEOS, La razón y otras dudas, Pre-Textos, Valencia, 2007, p. 203.

viernes, 17 de enero de 2014

[LA MUERTE NOS HABITA...], Manuel Villena


La muerte nos habita.

Cuando se sienta a nuestra mesa, como una odiosa visita imprevista, al espanto sucede la evidencia.

La vida era en préstamo.

Diseños de ajedrez: Marcel Duchamp

jueves, 16 de enero de 2014

[EL ARTE ES LA RAZÓN DE SER...], Nélida Piñón


   El arte es razón de ser. En su nombre, abjuro, peco, practico crímenes y perjurios. Absuelvo mis errores y ali­vio el corazón de la vergüenza que siento de no saber amar en la justa medida.
   Este arte, incómodo y libertario, me ayuda a aceptar mi condición humana y los efectos del mundo en la creación. Para recoger así en el baúl de mi casa la perdi­ción y el secreto, y hacer, al mismo tiempo, la apología de lo banal, de la metamorfosis de la carne, del día a día pro­veniente del drama griego.
   El arte no se inclina ante el peso de los conflictos. Al contrario, me libra de un juicio de valor intolerante, mien­tras me enseña a crear desoyendo la aprobación ajena. Me educo así para usar a mi gusto toda materia que ensanche el sentido de la vida. E indiferente a las exigencias estéticas. abuso de la metáfora escondida en las entrelíneas de la his­toria. Están a mi servicio y brillan en mi casa.
Los designios del arte, no obstante, son impositivos. desconfían de las concesiones hechas los domingos, antes del almuerzo, a cambio de la gloria efímera. Y todo para ba­ñarnos en la franja de luz que atraviesa la ventana. Sin em­bargo, el arte resiste. Entona loas a mis restos mortales.

NÉLIDA PIÑÓN, Libro de las horas, Alfaguara, Madrid, 2013, pp. 161-162.
&
Francis Picabia

miércoles, 15 de enero de 2014

[VOLVER ATRÁS...], Raúl Vacas



Volver atrás para tocar
los mismos cuerpos
una vez consumida la esperanza.

Mirar con las entrañas en silencio
más allá de las uñas
y la piel.

Fingir que nunca fuimos sombra,

sentir que el tiempo nos borró
la edad
donde la muerte y el amor
son de mentira.

RAÚL VACAS, Señal, Mundanalrüido, Santander, 2010, pp. 48-49.

Ilustraciones: Sara Morante

martes, 14 de enero de 2014

LA AUTOPSIA DE LA SIRENA, Rosa Yáñez Gómez


LA AUTOPSIA DE LA SIRENA

   La autopsia de la sirena arrojó resultados muy interesantes: la incisión que se abrió desde el ombligo al cuello descubrió un par de aletas pectorales —atrofiadas bajo la piel—  que cubrían el corazón, el hígado púrpura, el estómago —vacío—  y los intestinos enredados y viscosos. Bajo estas vísceras, dos huevas —hinchadas— que ocultaban un extraño órgano que debía de hacer las veces de aparato respiratorio de la criatura. Y al final la espina dorsal arrebatada de púas.
   Sin embargo, lo más interesante vino después: seccionando desde el ombligo hasta el final de la cola, ésta se abrió como una vaina dejando al descubierto dos torneadas piernas de mujer enfundadas en medias con costura trasera y unos pies pequeños aprisionados en un par de zapatos de tacón. Al retirar el calzado —hicieron falta unas tenazas—  se reveló que tenía las uñas pintadas de rojo.

&
Urbano Lugrís

[Fotografía encontrada en el blog de Estíbaliz Espinosa]

lunes, 13 de enero de 2014

DICE GILLESPIE, Uberto Stabile



DICE GILLESPIE


Dice Gillespie que la muerte no es lo peor
que no es el dolor la mejor escuela
ni el hambre nos convierte en héroes.
Dice Gillespie
que no son más fuertes quienes más pueden
que lo son quienes más resisten
quienes de la derrota levantan caricias.
Dice Gillespie
que lo más peligroso no es el peligro
que lo más peligroso es la seguridad
con la que eludimos diariamente el peligro.
Dice Gillespie
que no es un hombre acabado
que es un hombre que está acabando
que nunca el final sustituye al fin,
porque en realidad,
dice Gillespie
que le dijo Parker
que le contó Cortázar
que en lugar de hacer el amor
ya va siendo hora
que el amor nos haga.


Uberto Stabile
&
William Claxton

domingo, 12 de enero de 2014

[VIENES A VERME...], Jesús Aguado


Vienes a verme.
Las ventanas se cierran
sin preguntarnos.

JESÚS AGUADO, La insomne. Antología esencial, FCE, Madrid, 2013.
&
Willy Ronis

sábado, 11 de enero de 2014

[PERMANECE AQUEL QUE HA CREADO SU MUNDO...], Ryszard Kapuscinski


Permanece aquel que ha creado su mundo.
Dios existe porque creó su mundo,
Homero existe porque creó su mundo,
Y Miguel Ángel, y Mozart.
Rafael creó muchas figuras, todas ellas viven.

Se arremolinan los monstruos de El Bosco.
Las mujeres de Renoir muestran sus cuerpos,
son bellas.
Cantan los gallos de Chagall, sus terneras retozan por el cielo.
Don Quijote compone su armadura, Sancho Panza no deja de filosofar.
¿Cuántos mundos nacerán aún?
¿Cuántos personajes?
¿Cuántos animales?
¿Una segunda Arca de Noé?


RYSZARD KAPUSCINSKI, Poesía completa, Bartebly Editores, Madrid, 2008, p.39.

viernes, 10 de enero de 2014

AVENIDA ATLÁNTICA, Manuel Rivas



AVENIDA ATLÁNTICA

Espero la venganza del mar.
El mar volviéndose con ojos de loco contra tierra.
El mar burbujeando en el hueco negro de los sepulcros.
El mar llamando a las puertas de la ciudad.
El mar con sus labios secos.
El mar recorriendo la distancia de un puño.
El mar sólo como un solo de jazz.
Un pájaro ciego.
Un caballo azul bebiendo en los espejos.
El mar.
Ahogando mi corazón, un pez abisal,
                                                           eléctrico y antiguo.
Arrastrándome como a un animal dormido en la arena.
Lejos de vosotros, contra vosotros, el mar.

Manuel Rivas
&
Kopa

jueves, 9 de enero de 2014

[UNA MUJER MUESTRA...], Berta Dávila


   Una mujer muestra a un cámara de televisión, que está grabando un reportaje sobre los efectos de la crisis económica en los hogares del país, una jaula diminuta con dos canarios amarillos e inquietos. La jaula está en la cocina de la casa y comparte escenario con un calendario con motivos chinos, un tapete de ganchillo y un frutero con dos naranjas secas. En la nevera hay un imán de Telepizza medio roto y otro con un toro de Osborne. La mujer señala a los pájaros y explica que se llaman Estefanía y Cristian, igual que sus hijos. Añade, además, que su hijo Cristian, homólogo humano del canario macho, está en la cárcel. Piensa liberar a los pájaros cuando su hijo regrese a casa. Cuando esto sucede, un tiempo después de que emitan el reportaje —en el que el periodista ridiculiza a la mujer— ella cumple su propósito y, ayudada por el hijo, libera a Cristian pájaro y a Estefanía por la ventana de la cocina. Felices, ella y el hijo ignoran que los canarios mueren un par de horas después, desorientados y abatidos porque no saben volar ni sobrevivir en libertad. Un par de meses después Cristian humano vuelve a la cárcel y la mujer compra un pececito naranja. Le llama Julio Iglesias.


BERTA DÁVILA, El arte del fracaso, Pulp Books, Cangas, 2012.
&



miércoles, 8 de enero de 2014

[EL MAR PASEA...], Manuel Villena




El mar pasea
su lengua camaleónica
por los acantilados.

martes, 7 de enero de 2014

[NO, LOS MUERTOS NO HABLAN...], José Corredor-Matheos



No, los muertos no hablan,
pero escuchan.
Aunque puedan ser tantas
las preguntas
que querrías hacerles...
¿Lo han olvidado todo,
hasta su nombre,
o es que, por el contrario,
son memoria tan sólo?
¿Sentiste alguna vez
el aleteo insomne
de sus pasos?
No desean rozarte,
perturbar tu costumbre
de vivir.
pero te necesitan,
y tú los necesitas.
Los muertos no te ven.
como tú no los ves.
pero ellos te sienten,
como los sientes tú.
Debes saber que están
y que no esperan nada.

JOSÉ CORREDOR-MATHEOS, Desolación y vuelo. Poesía reunida (1951-2011), Tusquets, Barcelona, 2011, pp. 472-473.
&
Ür

lunes, 6 de enero de 2014

LAS OLAS, Rafael Argullol


Mientras creemos en las grandes verdades necesitamos que también los otros crean en nosotros. Por eso gritamos. Liberados de su peso, nos basta poner el mensaje en la botella sin importarnos cuándo lo arrojarán las olas ni en qué playa.

(Las olas)

domingo, 5 de enero de 2014

[ESTÁS LEYENDO...], José Corredor-Matheos


Estás leyendo
los versos de un poema
aún no escrito.


JOSÉ CORREDOR-MATHEOS, Desolación y vuelo. Poesía reunida (1951-2011), Tusquets, Barcelona, 2011, p. 341.
&
Federico Hurtado

sábado, 4 de enero de 2014

SÉ LIBRE, SÉ MÍA, Rafael Berrio



SÉ LIBRE, SÉ MÍA
    
Sé mi amor, sé mi ficción.
Sé mi túnel de la confusión.
Sé la rueda que en mí desvaría,
sé libre, sé mía.

Quítame el sueño, hazme feliz.
Sé mi culpa, mi revés, mi desliz.
Hazme creer en quien soy todavía.
Sé libre, sé mía.

Sé libre sé mía.
Sé mi golpe de gracia, mi auge y caída.
Mi malaventura, mi trance, mi mal paso en la vida.
Sé la pieza que hará un dominó de mi mundo.
Sé el error más profundo en que pueda caer.

Sé el espejo roto de mi calma mortal.
Sé mi tumba y sé mi juicio final.
Sé bajo la lluvia la flor de un día.
Sé libre, sé mía.

Sé mi hundimiento, hazme naufragar.
Ponme a salvo del honor y del hogar.
Sé la hoguera de mi dogma y mi herejía.
Sé libre, sé mía.

Sé libre sé mía,
sé mi sed turbulenta en el alma metida.
Sé mi cáliz amargo, mi ebrio placer, mi senda torcida.
Sé la pieza que hará un dominó de mi mundo.
Sé el error más profundo en que pueda caer.


RAFAEL BERRIO, Diarios, Warner Music Spain, 2013.
&




viernes, 3 de enero de 2014

PROSTITUCIÓN TEXTUAL, M Jesús Egmont



PROSTITUCIÓN TEXTUAL 

   Alternó con verbos copulativos a los que pagó con versos sueltos. 


 M Jesús Egmont

miércoles, 1 de enero de 2014

PROPÓSITOS PARA EL AÑO NUEVO, Lydia Davis


PROPÓSITOS PARA EL AÑO NUEVO        
        
   Le pregunto a mi amigo Bob cuáles son sus propósitos para el año nuevo y, encogiéndose de hombros (como queriendo decir que son los típicos o que no son nada del otro mundo), me responde que beber menos, perder unos kilitos... Luego me pregunta lo mismo a mí, pero aún no estoy preparada para responderle. Durante las vacaciones he vuelto a estudiar zen, por pura desesperación, aunque tampoco era una desesperación muy intensa. Da lo mismo una medalla que un tomate pocho, dice el libro que he estado leyendo. Tras pasar unos cuantos días dándole vueltas, creo que la respuesta más sincera a la pregunta de mi amigo Bob sería: Mi propósito para el año nuevo es aprender a verme a mí misma como si no fuera nada. ¿Estaré siendo competitiva? Bob queriendo perder unos kilos y yo queriendo aprender a verme como si no fuera nada... Ni que decir tiene que ser competitivo está fuera de lugar en cualquier filosofía budista. Una nada auténtica no es competitiva. Pero cuando lo digo no siento que esté siendo competitiva. En esos momentos me siento muy humilde, O por lo menos me parece estar siéndolo, aunque ¿puede alguien ser verdaderamente humilde desde el momento en que dice querer aprender a ser "nada"? Pero hay otro problema del cual llevo semanas queriéndole hablar a Bob: llega un momento, en la mitad de la vida, en que por fin eres lo bastante inteligente para darte cuenta de que todo es insignificante, de que ni siquiera el éxito significa nada. Sin embargo, para empezar, ¿cómo aprende una persona a verse a sí misma como si no fuera nada después de todo lo que le ha costado aprender a verse como si fuera algo? Vaya lío. Te pasas la primera mitad de la vida aprendiendo que, después de todo, eres algo, y ahora tienes que pasarte la segunda mitad aprendiendo a verte como si no fueras nada. Has sido una nada negativa y ahora lo que tienes que ser es una nada positiva. Ya me he puesto con ello, en estos primeros días del nuevo año, pero por ahora me resulta bastante difícil. Por las mañanas me acerco bastante a la nada, pero hacia el final de la tarde, esa parte de mí que es algo empieza a manifestarse. Esto sucede muchos días. Por las noches ya estoy rebosante de algo, un algo que suele ser desagradable y avasallador. Así que, llegado este punto, lo que pienso es que estoy siendo demasiado ambiciosa, y que tal vez «nada» sea mucho para empezar. Quizá de momento sólo debería tratar de ser cada día un poquito menos de lo que normalmente soy.
 

LYDIA DAVIS, Cuentos completos, Seix Barral, Barcelona, 2011, página 59.
Ilustración: Paul Hoebee