domingo, 18 de noviembre de 2007

SIEMPRE HAY UNA DISCULPA PARA SALIR A BEBER, Jesús Alonso



Me compré una barra de bar porque quería dejar de salir a beber por ahí. Nada más montarla, me puse a un lado de la barra y pedí una cerveza. Fui al otro lado y pregunté: “¿Con alcohol o sin alcohol?” Me cambié otra vez de sitio y contesté: “¡Con alcohol, imbécil!”. “¡Imbécil será usted!”, me respondí. “A mí nadie me trata así—contesté—, me voy a otro bar”. Al salir di un portazo. Allí quedó el otro con su mierda de negocio.

Jesús Alonso

Quince líneas. Relatos hiperbreves., Tusquets, Barcelona, 1996.